ARTÍCULO: EXPERIENCIA DE UNA MISA TRADICIONAL
El blog El Búho escrutador ha tenido la gentileza de traducir un artículo denominado, La Misa no ha terminado, Deo gratias, publicado en La Nuova Bussola Quotidiana, el escritor italiano Rino Cammilleri nos cuenta, las impresiones que le ha causado su reciente encuentro con la liturgia tradicional, en la pequeña iglesia de su pueblo veraniego.
Una experiencia que nos sumerje en las razones por las cuales se hace recomendable la asistencia a la Misa tradicional.
A continuación transcribimos parte del artículo.
«La experiencia es aquella cosa que cuando ya la has hecho, notas que es demasiado tarde. De hecho, hoy sé –por experiencia- que, tanto mi abuelo (hombre muy religioso) como el Padre Pío (santo, asceta y místico) tenían razón. Ambos pasaron sus apuros por culpa del clero: las vicisitudes del Padre Pío son conocidas (reléase mi libro La vida del Padre Pío, Ed. Piemme, reimpreso varias veces), y mi abuelo (que era comerciante) salió medio arruinado económicamente por haberse fiado de unos sacerdotes en un negocio. Dicho todo esto, voy al grano.
Desde hace muchos años que en mi mente la Misa dominical está asociada a una hora de martirio que con gusto preferiría evitar. Tedio. Tristeza. Homilías banales e interminables. Cancioncillas pop con letra estúpida. Agotadoras y retóricas invocaciones al Padre eterno que terminan con un «escúchanos Señor». Sudorosos signos de paz. Ridícula mini procesión para llevar «los dones» al altar. Avisos parroquiales kilométricos para escuchar de pie antes de la bendición final (es decir, abusivamente incorporados en la liturgia). Un «Demos gracias a Dios», que es (para mí) un grito de alivio antes de salir -¡finalmente!- para ver las estrellas. Repito: ningún afán de polémica. Solo se trata de mis personales sensaciones.
Ahora, sin embargo, he descubierto que en la pequeña ciudad sobre el Lago Maggiore, donde suelo pasar el verano hay un sacerdote que dice la Misa antigua. Una sola, el sábado por la tarde. Fui allí por curiosidad. Sí, porque cuando regía el viejo rito no solía ir, así que para mí era una verdadera novedad. Asombro: el celebrante hacía casi todo el solo, los asistentes debían «responder» en raras ocasiones. Silencio. El centro de todo era el tabernáculo, no el show del sacerdote. Uno, en un rincón, entonaba los antiguos himnos en latín y -sorpresa- alguna cosa me derretía por dentro. No me daba cuenta del paso del tiempo, me encontraba atento y concentrado como nunca, realmente estaba “participando”. Salí incluso traspasado por un sentido de lo sagrado que nunca antes había experimentado. Había a disposición unos libros para seguir la Misa, aquellos con cintas de color rojo para señalar las páginas. Yo no entendía mucho, pero -otra sorpresa- una bengalesa sentada a mi lado, captando mi dificultad, comenzó a indicarme los pasos correctos.
¡Una bengalesa! El 5 de agosto, una lectora romana me escribió contándome de la Misa a la que había asistido por la mañana en la Basílica de Santa María La Mayor. Cada año, en el aniversario de la fiesta, se celebra solemnemente en latín. Escribe la lectora: «Me encontré cantando y respondiendo junto a una pareja de jóvenes alemanes y dos negras americanas que conocían a la perfección las partes de la misa en latín, tanto rezadas como cantadas; lo mismo me sucedió hace años con unos japoneses; y este es un modo verdaderamente conmovedor de sentir y experimentar la catolicidad de la Iglesia». Desde luego: para «ponerse al día» con los años sesenta -del siglo pasado- la Iglesia renunció a su lengua sagrada (mientras que el judaísmo y el islamismo mantienen rigurosamente la suya). El resultado de lo que Vittorio Messori definió en una entrevista como «un golpe clerical» es que si recorro, que sé yo, España, tengo que asistir a Misas en catalán, castellano, euskera y así sucesivamente.
En el turista católico con dificultad advierto a un hermano y la «catolicidad» de la que hablaba la lectora se convierte en teoría, no en un sentimiento palpable. Perdón, pero nosotros también estamos hechos de cuerpo. En aquella pequeña iglesia en el Lago Maggiore he visto a un sacerdote que llevaba a Dios las oraciones del pueblo que estaba detrás de él en religioso (es el caso de decirlo) recogimiento. Naturalmente –me ha contado después- se ha enemistado con el obispo y con todos los colegas de la diócesis a causa de su obstinación –llamada de «lefebvriana»- de querer celebrar una (¡solo una!) Misa a la semana según el motu proprio de Benedicto XVI. Pero tranquilos, cuando haya terminado el verano y esté de regreso en la ciudad no tengo ninguna intención de recorrer kilómetros para ir a buscar una Misa de rito «extraordinario» (sic!). Ofreceré, como siempre, mi pena dominical al Señor en la parroquia acostumbrada, en descargo de mis pecados.».
Para consultar el artículo completo pinche aquí.
MEXICO: 300 SEMINARISTAS ASISTEN A MISA TRADICIONAL
Guadalajara es la sede de una de las principales archidiócesis mexicanas. Con una sólida tradición católica, tiene más de 2000 sacerdotes y, sobre todo, cuenta con el seminario mayor más grande del mundo. Fundado en 1696, lo forma actualmente 600 seminaristas, es decir, reúne más de la mitad del total de los seminarios españoles y casi tanto como todos los seminarios franceses juntos…
El pasado 2 de junio, por primera vez desde la reforma litúrgica, un sacerdote subió al altar del Señor en la capilla del seminario San José de Guadalajara para celebrar la misa según el misal de San Juan XXIII. El padre Jonathan Romanoski, uno de los sacerdotes de la Fraternidad San Pedro instalados en Guadalajara, celebró esta misa en presencia de casi 300 estudiantes del seminario. Cabe señalar que incluso antes del motu proprio Summorum Pontificum la diócesis de Guadalajara había acogido la liturgia tradicional, de modo que la cohabitación entre ambas formas litúrgicas romanas se desarrolla allí sin inconvenientes.
El padre Romanoski, originario de Pensylvania y ordenado en 2008 por el cardenal Carstrillón Hoyos, ya había tenido la oportunidad de animar talleres de descubrimiento de la forma extraordinaria en el ámbito del seminario. Sin embargo, dichos talleres tuvieron un carácter limitado, mientras que la misa del 2 de junio reunió a casi la mitad de los seminaristas y fue cantada de modo muy oficial por la schola del seminario.
Antes de la celebración, organizada a pedido de los seminaristas, el padre Romanosky expuso brevemente las principales características de la forma extraordinaria del rito romano. Esperemos que esta misa del 2 de junio de 2014 haga historia, dado que ha permitido a muchos futuros sacerdotes descubrir, en el marco muy oficial y «normal» de su seminario, la belleza y la riqueza de la liturgia tradicional.
¿Podrá suceder esto alguna vez en España?
Fuente: Paix Liturgica
BENEDICTO XVI RECIBE EN AUDIENCIA A PROMOTORES PEREGRINACIÓN TRADICIONAL A ROMA

Programa completo de la peregrinación que se realizará del jueves 23 al domingo 26 de octubre, sin perjuicio de que todavía falta confirmar algunas informaciones.
> Jueves 23 de octubre, 19:45 horas: Recepción de los peregrinos y vísperas solemnes presididas por su Excelencia Mons. Guido Pozzo, secretario de la Comisión Ecclesia Dei, en la iglesia SantísimaTrinidad de los Peregrinos.
> Viernes 24 de octubre, 9 horas: Rosario por los niños por nacer en la basílica San Agustín. A continuación, visitas culturales y espirituales libres o grupales.
> Viernes 24 de octubre, 11 horas: Encuentro sacerdotal (para el clero)
> Viernes 24 de octubre, 15 horas: Vía Crucis en el Palatino
> Viernes 24 de octubre, 18:30 horas: Misa Pontifical en la Santísima Trinidad de los Peregrinos celebrada por el cardenal Pell, prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede, con motivo de los diez años de la federación Juventutem
> Sábado 25 de octubre, a partir de las 9:30 horas: Adoración Eucarística (iglesia por confirmar), seguida de la procesión hacia la Basílica de San Pedro
> Sábado 25 de octubre, a mediodía: Misa Pontifical celebrada por el cardenal Raymond Burke en la basílica de San Pedro (altar de la Cátedra)
> Domingo 26 de octubre, 8 horas: Salida en bus para Nursia.
> Domingo 26 de octubre, 11:30 horas: Misa solemne por la solemnidad de Cristo Rey, celebrada por el R.P. Folsom, O.S.B., prior de la abadía, en presencia del cardenal Brandmüller, quien pronunciará la homilía, y almuerzo con los monjes.
> Domingo 26 de octubre, 15 horas: Regreso a Roma (llegada prevista para las 17:30 horas)
SEVILLA: DOMINGO 07 SEPTIEMBRE REANUDACIÓN MISA TRADICIONAL
Les recordamos que el próximo día 07 de septiembre, XIII Domingo después de Pentecostés, se reanudará, con su frecuencia habitual, la Santa Misa según el rito romano tradicional, a las 10:30 horas, en el Oratorio de la Escuela de Cristo, que por octavo año consecutivo se viene celebrando en nuestra ciudad cada Domingo y fiesta de precepto.
AGOSTO: MISA TRADICIONAL EN SEVILLA
Les recordamos que la única Misa según el Rito Romano tradicional a celebrar –D.m.- en Sevilla, en el Oratorio de la Escuela de Cristo, durante el mes de agosto será el:
- Viernes día 15, a las 10:30 horas, festividad de la Asunción de María Santísima y de la Virgen de los Reyes, y será oficiará por el Rvdo. P. don Fernando Reyes Rico, cura párroco de Alcalá del Río (Sevilla).
La Misa tradicional en Sevilla se reanudará con su frecuencia habitual a partir del Domingo 07 de septiembre, XIII Domingo después de Pentecostés.
PREFECTO PARA EL CULTO DIVINO: EN DEFENSA DE LA MISA TRADICIONAL Y SUMMORUM PONTIFICUM
De gran trascendencia para la celebración de la Misa tradicional en el orbe católico y los fieles que la promueven podemos considerar lo escrito por Su Eminecia el Cardenal don Antonio Cañizarez, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en el prólogo para el libro «Los principios de interpretación del motu proprio Summorum Pontificum«, tesis doctoral de fray Alberto Soria Jiménez, O.S.B., ahora publicado por Ediciones Cristiandad, y que pueden descargar pinchando aquí.
No obstante, a continuación transcribimos los principales párrafos del referido prólogo:
-“La concepción, claramente presente tanto en el motu proprio como en los documentos a él vinculados, de que la liturgia heredada constituye una riqueza a conservar, se comprende en el espíritu del movimiento litúrgico en la línea de Romano Guardini, al que Benedicto XVI tanto debía en surelación personal con la liturgia desde su juventud.”.
-“Es muy importante la demostración, presente en esta investigación, de que la actitud de Benedicto XVI no constituye tanto una novedad o cambio de rumbo de gobierno, cuanto una concreción de lo que ya Juan Pablo II había emprendido con iniciativas tales como la consulta a la comisión cardenalicia, el motu proprio Ecclesia Dei y la creación de la Pontificia Comisión del mismo nombre, la misa del cardenal Castrillón Hoyos en Santa María la Mayor en 2003 o las palabras del papa a la congregación del culto divino en ese mismo año.”.
-“La historia del proceso hace ver que, desde el inicio, el deseo de conservar la forma tradicional de la misa no era exclusivo de integristas, sino que gente del mundo de la cultura o escritores como Agatha Christie o Jorge Luis Borges firmaron una carta solicitando su preservación y S. Josemaría Escrivá hizo uso de un indulto personal otorgado espontáneamente por el mismo Mons. Bugnini. Se advierte también la preocupación de Benedicto XVI por poner de relieve que la Iglesia no desecha su pasado: al declarar que el misal de 1962 “no ha sido jamás jurídicamente abrogado”, ha puesto de manifiesto la coherencia que desea mantener la Iglesia. En efecto, ella no puede permitirse prescindir, olvidar ni renunciar a los tesoros y a la rica herencia de la tradición del rito romano, pues sería una traición y una negación de sí misma, porque no se puede abandonar la herencia histórica de la liturgia de la Iglesia, ni querer establecer todo ex novo sin amputar partes fundamentales de la misma Iglesia.”.
-“En efecto, la legislación en un principio fue muy limitada, tenía solo en cuenta al mundo clerical y prácticamente ignoraba a los laicos, dado que la principal preocupación era disciplinar: controlar la potencial desobediencia a la legislación que se acababa de promulgar. Con el tiempo, la situación ha ido tomando un mayor perfil pastoral, para ir al encuentro de las necesidades de estos fieles, lo que se termina reflejando en un fuerte cambio de tono en la terminología usada: es así que ya no se habla más del “problema” de los sacerdotes y fieles que seguían vinculados al llamado rito tridentino, sino de la “riqueza” que su conservación representa.
Se ha creado de este modo una situación análoga a la que había sido normal por tantos siglos, porque debemos recordar que san Pío V no impidió el uso de las tradiciones litúrgicas que tuvieran al menos doscientos años de antigüedad. Muchas órdenes religiosas y diócesis conservaron así su rito propio; como arzobispo de Toledo, he podido vivir esta realidad con el rito mozárabe. El motu proprio ha modificado la situación reciente, haciendo comprender que la celebración de la forma extraordinaria debería ser normal, eliminando todo condicionamiento por razón del número de fieles interesados y no poniendo otras condiciones, para participar en dicha celebración, que las normalmente requeridas para cualquier celebración pública de la misa, lo que ha permitido un amplio acceso a esta herencia que, si bien de derecho era un patrimonio espiritual de todos los fieles, es, de hecho, ignorada por una gran parte. En efecto, las restricciones actuales a la celebración en la forma extraordinaria no son distintas que las que hay para cualquier otra celebración, en el rito que sea.”.
– “[…]el verdadero espíritu del documento conciliar Sacrosanctum Concilium- no es el de encarar la reforma como una ruptura con la tradición sino, por el contrario, como una confirmación de la Tradición en su sentido profundo.”.
– “Una cierta crisis, que ha podido afectar de manera importante a la liturgia y a la misma Iglesia desde los años posteriores al concilio hasta hoy, se debe al hecho de que frecuentemente en el centro no está Dios y la adoración de Él, sino los hombres y su capacidad «hacedora». En la historia del posconcilio ciertamente la constitución sobre la liturgia no fue entendida a partir de esteprimado fundamental de Dios y de la adoración, sino como un
libro de recetas sobre lo que podemos hacer con la liturgia. Sin embargo, cuanto más la hacemos nosotros y para nosotros mismos, tanto menos atrayente es, ya que todos advierten claramente que lo esencial se ha perdido”. Cuando sucede lo que el cardenal Ratzinger describía, es decir, cuando se pretende que la liturgia la hagamos nosotros y esto se impone, entonces, los fieles y las comunidades se secan, se debilitan y languidecen.
Por eso es absolutamente infundado decir que las prescripciones de Summorum Pontificum serían un “atentado” contra el concilio; una afirmación tal manifiesta un gran desconocimiento del concilio mismo, pues el hecho de brindar a todos los fieles la ocasión de conocer y apreciar los múltiples tesoros de la liturgia de la Iglesia es precisamente lo que deseó ardientemente esta magna asamblea al decir: “El sacrosanto concilio, ateniéndose fielmente a la Tradición, declara que la Santa Madre Iglesia atribuye igual derecho y honor a todos los ritos legítimamente reconocidos y quiere que en el futuro se conserven y fomenten por todos los medios”(Sacrosanctum Concilium 4).”.
– “[…] el entonces cardenal Ratzinger ha llegado a decir, hablando de la liberalización de la celebración de la antigua liturgia, que “no se trata de un ataque contra el concilio, sino de una realización de este (me atrevería a decir) incluso más fiel que lo que actualmente se presenta como realización del concilio”.”.
– “Con frecuencia, en medio de la polémica, no se advierte que las críticas al rito recibido de la tradición romana alcanzan también a las demás tradiciones, en primer lugar a la ortodoxa: ¡casi todos aquellos aspectos litúrgicos que fuertemente atacan quienes se han opuesto a la conservación del misal antiguo son precisamente aspectos que teníamos en común con la tradición oriental! Un signo que confirma esto, por contraste, son las expresiones entusiastamente positivas que han llegado del mundo ortodoxo al publicarse el motu proprio.”.
-“Benedicto XVI manifestó con su legislación su amor paterno y comprensión hacia aquellos que están especialmente vinculados con la tradición litúrgica romana y que corrían el peligro de convertirse, de modo permanente, en marginados eclesiales; es así como, hablando de esto, recordó con claridad que “nadie está de más en la Iglesia”, dando muestras de una sensibilidad que anticipaba la preocupación del actual papa Francisco por las “periferias existenciales”.”.
-“Pero el motu proprio ha producido además un fenómeno que es para muchos sorprendente y que constituye un verdadero “signo de los tiempos”: el interés que la forma extraordinaria del rito romano suscita, especialmente entre jóvenes que nunca la vivieron como forma ordinaria y que manifiesta una sed de “lenguajes”, que no son ya los de “más de lo mismo” y que nos llaman desde fronteras nuevas y, para muchos pastores, imprevistas. El abrir la riqueza litúrgica de la Iglesia a todos los fieles ha hecho posible el descubrimiento de los tesoros de este patrimonio a quienes aún los ignoraban, con lo que esta forma litúrgica está suscitando más que nunca numerosas vocaciones sacerdotales y religiosas a lo largo del mundo, dispuestas a entregar sus vidas al servicio de la evangelización.”.
Antonio Cañizares Llovera
Cardenal Prefecto de la Congregación para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos
Roma, 25 de julio de 2013
Santiago Apóstol, patrono de España