Se cumple una década de aquel 23 de noviembre del año del Señor de 2004, festividad de la toma de Sevilla por el rey san Fernando, en que un pequeño grupo de católicos sevillanos –en su mayoría jóvenes- amantes de la Tradición y la liturgia de la Iglesia, en concreto de la Misa tradicional o gregoriana, se reunió para fundar una asociación cuyo fin principal fuese promoverla y celebrarla en dicha Ciudad, por considerarla un bien espiritual para toda la Cristiandad, un legado de nuestro antepasados en la Fe, y un tesoro que merecía ser custodiado y difundido, todo ello para mayor gloria de Dios. Como resultado de esa iniciativa fue el nacimiento de la Asociación Una Voce Sevilla, que más tarde se incorporó a la Federación Internacional, que aglutina a todas las asociaciones Una Voce del mundo desde 1967.
Desde entonces, la Asociación empezó trabajar sin escatimar esfuerzos por ese ideal, convencidos de que, lo que en principio podía ser tachado de utópico, moda pasajera, y contrario al discurrir de los tiempos, con la ayuda de Dios se haría realidad y daría sus frutos, principalmente espirituales. Y así fue, de conseguir en principio que se autorizara en Sevilla por la autoridad eclesiástica –con la cual se ha mantenido siempre unas relaciones cordiales- la celebración esporádica de la Santa Misa “ad experimentum” a lograr –lo que ninguno de sus fundadores pudieron pensar tan siquiera- la consolidación y estabilidad de ésta en la actualidad y tener garantizada su celebración, al menos, todos los Domingos y días de precepto.
Para lograr esto, la Asociación Una Voce Sevilla ha contado desde sus inicios hasta el día de hoy con un grupo de personas, fieles y con un alto grado de compromiso, inasequibles al desaliento que, a base de sacrificio y perseverancia, han solventado cada uno de los obstáculos y restricciones que se han ido presentando a lo largo de estos diez años, anteponiendo para ello cuestiones e intereses personales al bien común de la Misa. También ha contado con la inestimable ayuda de sus dos capellanes, otros sacerdotes y fieles –sevillanos y de otros lugares de España y el mundo- amantes de la Misa tradicional.
Sin lugar a dudas el mayor respaldo e impulso a la Misa tradicional se debe a S.S. Benedicto XVI, que el 7 de julio de 2007, con la promulgación del motu proprio Summorum Pontificum, logró normalizar su uso en el seno de la Iglesia universal, la consideró como un tesoro que merece ser conservado, reconoció que no se encontraba abolida, y la legitimó como un derecho para sacerdotes y fieles. Esto supuso para la historia de la Asociación un antes y después, ya que a partir de la entrada en vigor del referido documento, más concretamente, el 16 de septiembre de ese año, la Misa gregoriana pudo empezar a celebrarse en Sevilla todos los Domingos y días de precepto.
Desde ese momento, y en estos últimos siete años, la Misa “en latín”, como es conocida por muchos sevillanos, en su peregrinar fue acogida de manera fraterna en cuatro templos de la Ciudad: La Parroquia de San Bernardo, el Convento de la Visitación de las monjas salesas, la Iglesia del Señor San Jorge-Capilla de la Sala del Cristo del Hospital de la Santa Caridad, y por último y en la actualidad en el Oratorio de la Escuela de Cristo. Con ello, han sido muchos los sevillanos y visitantes los que han tenido la oportunidad de asistir a su celebración, en unos casos volviendo a revivir la Misa que conocieron en su juventud, y en otros, los más jovenes, acercándose por primera vez a la Misa de siempre, creciendo en los últimos meses la asistencia de fieles sevillanos y en ocasiones de turistas españoles y extranjeros, que buscan alimento espiritual en la Misa para afrontar estos tiempos difíciles que corren.
También, en esta década, la Asociación Una Voce Sevilla ha experimentado un crecimiento importante de sus miembros, los cuales contribuyen principalmente a la promoción, difusión y organización de la Santa Misa, a la dirección de la Asociación, a servir en el altar como acólitos, y a armonizar aquella con cantos gregorianos. Cuenta para ello con la ayuda de la Junta Directiva, la escuela de acólitos Servite Dómino, que además colabora en la tarea de formación de los más jovenes, y la Schola Gregoriana Iubilate Deo, que en las ocasiones más solemnes es acompañada por organista. Hay que destacar también como los miembros de la Asociación se han ido incorporando junto sus familias a la Misa dominical, siendo cada vez más numerosa la presencia de niños en ésta, haciendo posible su transmisión de generación en generación.
En definitiva, diez años de historia viva de una humilde Asociación de fieles que, a pesar de sus imperfecciones, consiguió el retorno y celebración dominical de la Misa tradicional a la Ciudad de Sevilla, para adorar y alabar al Señor e ir a Su encuentro a través de aquella.
Es por ello, que la Asociación Una Voce Sevilla agradece de corazón a todas aquellas personas de buena voluntad que con su esfuerzo y ayuda han hecho y siguen siendo haciendo posible esta realidad eclesial.
Que Nuestro Señor Jesucristo y su Santísima Madre nos sigan bendiciendo y nos ayuden a seguir custodiando y promoviendo esta riqueza espiritual y litúrgica de la Iglesia Católica que es la Santa Misa tradicional.
J.L.F.
UNA VOCE SEVILLA
Primera Misa tradicional Una Voce Sevilla. Año 2004. Capilla Divina Pastora
Primera Misa tradicional en la Parroquia de San Bernardo. Año 2007
Primera Misa tradicional Convento de las Salesas. Año 2010
Primera Misa tradicional en Iglesia de la Caridad. Año 2012
Primera Misa tradicional Oratorio Escuela de Cristo. Año 2013