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XI ANIVERSARIO SUMMORUM PONTIFICUM: «UNA INELUDIBLE RECONCILIACIÓN CON EL PASADO»

En el día de hoy, 7 de julio del año del Señor de 2018, en el que conmemoramos gozosamente el XI Aniversario de la promulgación del motu proprio Summorum Pontificum de S.S. Benedicto XVI. Es por ello, que nos complace publicar unos párrafos de una excelente homilía que pronunció el pasado 28 de abril, en Washington (DC), el arzobispo de Portland, Monseñor Alexander K. Sample, donde presidió una Misa solemne pontifical según el rito romano-tradicional para conmemorar el décimo aniversario del referido motu proprio del Vicario de Cristo. Estos interesantísimos párrafos de la homilía han sido publicados en español por el blog el Búho Escrutador, en un artículo cuyo original pueden leer aquí.

 

 

 

Arzobispo Alexander K. Sample.

 

SUMMORUM PONTIFICUM, UNA INELUDIBLE RECONCILIACIÓN CON EL PASADO.

«En nombre de los allí presentes y de tantos fieles esparcidos por todo el mundo, el obispo de Portland comenzó por dirigir un emotivo agradecimiento a Benedicto XVI: «También nos juntamos para celebrar el décimo aniversario del gran regalo que nuestro querido Papa emérito Benedicto XVI ha dejado a la Iglesia en su Motu Proprio Summorum Pontificum. Querido Santo Padre, sé que hablo en nombre de todos los aquí reunidos (de aquellos que siguen esta transmisión en directo por EWTN y de muchos otros) cuando digo «gracias» por su sabiduría, previsión y generosidad pastoral, al permitir que el usus antiquior del Rito romano vuelva otra vez a florecer en la Iglesia Universal».

Al constatar, como es habitual en estas celebraciones, la gran presencia de jóvenes en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, el arzobispo señaló: «Ustedes son un signo –un gran signo– de aliento y esperanza para la Iglesia lanzada en estos días sobre las turbulentas aguas del secularismo y el relativismo».

Recordó que durante estos años ha escuchado a muchos en la Iglesia (incluidos sacerdotes y obispos) expresar perplejidad y desconcierto por el hecho de que tantos jóvenes se sientan atraídos por esta forma venerable del rito romano. «Si el comentario ha sido dirigido a mí –añadió– a menudo he respondido: ‘Esa es exactamente la pregunta que debería hacerse. ¿Por qué se sienten atraídos por esta liturgia? O incluso más claramente: ¿Qué es lo que les proporciona esta forma del Rito Romano que su personal experiencia de crecimiento en la Forma Ordinaria no les ha proporcionado?»

Excluyendo cualquier tipo de cuestionamiento sobre la bondad del nuevo misal promulgado por el Beato Pablo VI, si bien reconociendo falencias en la implementación real de las directrices del Concilio, el arzobispo continuó: «Muchos jóvenes han descubierto esta forma de la sagrada liturgia como parte de su propia herencia católica. Yo mismo descubrí la Misa latina tradicional como estudiante universitario. Me topé con ella; pero fue para mí como una reliquia histórica, algo que nunca imaginé que llegaría a experimentar realmente. Tal vez la experiencia de estos jóvenes que crecieron con la Forma Ordinaria no ha supuesto un contacto con la belleza, la reverencia, la oración, el sentido del misterio y la trascendencia, o el asombro y la admiración que la Misa tradicional latina les ha brindado. A lo mejor esta es la respuesta a la pregunta planteada anteriormente acerca de por qué tantos jóvenes se sienten atraídos por la Santa Misa celebrada de acuerdo con el Misal de 1962».

Finalmente, Monseñor Sample se refirió a la necesaria reconciliación que la liturgia tradicional está llamada a realizar en el seno de la Iglesia. «Mientras continuamos nuestra celebración del décimo aniversario de Summorum Pontificum, deseo tocar un punto final. Este tiene que ver con la motivación positiva del Papa emérito al emitir el Motu Proprio. Dijo que se trata de llegar a ‘una reconciliación interior en el corazón de la Iglesia’. Durante mi visita ad limina a Roma en el año 2012, y durante nuestro encuentro con el Papa Benedicto XVI, tuve la oportunidad de darle las gracias por el regalo de Summorum Pontificum. Él respondió largamente a mi intervención, comenzando por decir que había promulgado el Motu Proprio para reconciliar a la Iglesia con su pasado. Esta reconciliación de la que habló el Papa emérito implica aprender de la experiencia de la Sagrada Liturgia según el usus antiquior, para enriquecer y dar una mejor forma a nuestra comprensión y celebración del nuevo Rito Romano. Con ambas liturgias floreciendo una al lado de la otra, podría darse un enriquecimiento mutuo de las dos formas del único Rito Romano, lo que podría conducir a un mayor desarrollo y progreso litúrgico».

Una importante lección nos deja el sermón de Monseñor Sample: el motu proprio Summorum Pontificum no ha venido a dividir sino a unir y enriquecer el culto y la liturgia de la Iglesia. Si alguien no lo comprende así, me atrevo a decir que no sabe de lo que está hablando. Sin una previa reconciliación de todos con el pasado milenario de la Iglesia, cualquier reconciliación en el presente no tendrá más consistencia que una pompa de jabón.

Transcripción de la homilía en inglés: www.ccwatershed.org

Video de la misa y audio del sermón: onepeterfive.com

Ejemplares declaraciones del nuevo obispo de Portland (EEUU)

Monseñor SampleNombrado recientemente por Benedicto XVI, el nuevo Arzobispo de Portland (EEUU), Monseñor Sample, pronunció las siguientes declaraciones, de interés para todos aquellos que aman la liturgia de la Iglesia y de referencia en la aplicación del Motu Proprio Summorum Pontificum:

«Aprecio la liturgia tridentina. Soy cien por cien producto del Concilio Vaticano II, me crié en su estela y toda mi formación fue postconciliar. Por lo tanto, mi afición por la liturgia tridentina no se basa en la nostalgia. Después de haberla conocido, he sentido un gran aprecio por ella.

Lo que despertó mi interés fue el motu proprio Summorum Pontificum, del Papa Benedicto, en el año 2007, otorgando mayor libertad a los sacerdotes para celebrar la forma más antigua de la liturgia. Pensé, «soy un obispo de la Iglesia Católica, y es mi responsabilidad saber celebrar la Misa según ambos ritos el nuevo y el viejo». Yo he aprendido la liturgia tridentina y desde entonces he celebrado tres Misas pontificales, y Misas para la Fraternidad de San Pedro, y para el Instituto de Cristo Rey, en Florencia, Italia.

Yo creo que Benedicto XVI quiere la Forma Extraordinaria de la Misa para influir en la reforma litúrgica, para conducir a una reforma de la reforma, porque en algunas zonas nos hemos salido del camino. El quiere la liturgia preconciliar para ayudar a formar la nueva liturgia, y ayudar a reconciliarnos con el pasado. Si la Misa Tridentina una vez fue hermosa, ahora no puede ser perjudicial.

La Misa Tridentina sin duda tiene muchos puntos fuertes; por ejemplo, destaca claramente la naturaleza sacrificial de la Misa. También atrae a muchos jóvenes que no crecieron con ella. Están descubriendo su herencia y tradición. Les está proporcionando algo que no encuentran en la forma ordinaria. Debemos prestar atención a eso.

Cuando llegue a Portland, veré el estado en que se encuentra la Misa Tridentina y si hay grupos estables que la deseen. Como su arzobispo, voy a hacer todo lo que pueda para hacerla posible».

El nuevo Arzobispo, hasta la fecha Obispo de Marquette, también se ha referido a la música en la liturgia:
«La Misa está pensada para ser cantada. Los textos de la Misa están destinados a ser cantados. Y el canto gregoriano se adapta mejor a la Misa«.