Desde el año 2020, sin justificación alguna, ya no se atiende pastoralmente como grupo estable de fieles laicos a esta comunidad, ni se les permite colaborar en la celebración de la Santa Misa según el rito Romano tradicional, como anteriormente sucedía desde hacía más de una década.

Asimismo, mediante Decreto restrictivo, precursor del motu proprio Traditionis Custodes de Francisco, la Misa tradicional fue autorizada en un solo templo de la Archidiócesis, su celebración en exclusiva para un único sacerdote, y sin ningún ministerio de tipo parroquial para los fieles que asisten.

Oremos por la paz litúrgica y la libertad de la Misa tradicional en Sevilla