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Jesús, en el Evangelio, nos dice: “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá” (Mt. 7, 7) y nos invita a la máxima confianza en Él...

El mayor problema para los católicos cubanos,  no lo constituye la lucha de los sistemas ateos y totalitarios contra la Iglesia y la civilización cristiana, sino más bien, el olvido y la indiferencia que experimentamos por parte de la inmensa mayoría del mundo.

En Una Voce Cuba, necesitamos de tus oraciones, sacrificios y también ayuda económica para sostener nuestros apostolados y poder llevar adelante nuestra obra. Tu aporte es indispensable para poder continuar anunciando el mensaje de Cristo a través de la Red y el apostolado católico dentro de la Isla a favor de la tradición.

La batalla contra el maligno y sus secuaces la ganará La Virgen Inmaculada con aquellos hijos que, con todo el corazón y sin escatimar sacrificios se unan a ella y trabajen para promover el reinado del Corazón de Jesús en las almas y en la entera sociedad.

Ayúdanos con tu donativo hoy mismo. Dios te lo recompensará. Por favor, no la dejes para después.

Todos los meses se celebrará una Misa por las intenciones y necesidades de nuestros bienhechores y benefactores. No deje de enviarnos un e mail consignando su nombre, donativo e intenciones.

        Una Voce Cuba publicará mensualmente los nombres de los benefactores de este apostolado, cuyos nombres ya se hallan inscritos en el Corazón de Jesús. !Que el Señor bendiga vuestra generosidad y vuestra sincera amistad!

 

 

 

 

 

Existen dos formas de ayudarnos.

 -Enviando un donativo

 -Enviando un paquete con material litúrgico que posibilitará y dignificará el culto.

 -Enviando un paquete con  material  catequético y formativo ( literatura, música y videos católicos) que permitirá la formación e intensificación de la vida espiritual.

 

Ver lista de necesidades por cubrir.

             

Desde Cuba:

 

            Por Giro Postal a Nombre de:

 

Javier Luis Candelario Diéguez.

Capricho, 7902 entre Contreras y Gumá.

40100 Matanzas. Cuba.

 

Desde el extranjero, los abonos a favor de Una Voce Cuba diríjalos a España por

 

Ingresos o transferencias a:

Banco La Caixa. Paseo de Extremadura, 19  

 28011 Madrid-España.
C/C 2100 2219 51 0100796134  IBAN /BIC: ES16 2100  SWIFT: CAIXESBBXXX

 

*en el momento del ingreso o transferencia consigne su nombre, apellidos, ciudad y país

 

Giro Posta a Nombre de:

Sra.  Alina Álvarez Miranda.

Calle Linneo, 31 Portal A  2C

Madrid 28005  -España.-

 

En ambos casos, por favor, indíquenos por medio de un e mail:

-Su nombre y dirección.

-Cantidad donada.

-Fecha y Número de transferencia.

-Intenciones.

 

La Sociedad Pro Misa Latina –Una Voce en Cuba-  en cada caso se reserva el derecho a decidir la mejor utilidad de los donativos dentro del conjunto de sus actividades y/o en la realización de sus fines estatutarios. En caso expresamente deseado y manifestado a la asociación ésta asegurará entera confidencialidad de sus datos personales y donativos.

SOS. ¿Puede Ayudarnos?

 Necesidades por cubrir

 

-DVD’s instructivos de la celebración de la Misa en su Forma Extraordinaria.

- DVD’s vírgenes para realizar copias.

-Aparato para realizar  grabados en las hostias. Será donado a las MM. Carmelitas Descalzas, que fabrican las formas para todo el país.

-Crucifijos -medalla de san Benito.

-Ornamentos litúrgicos* ( casulla, estola, manipulo, dalmática tunicela, capa pluvial)  en su defecto telas, preferiblemente gamuza,  hilos, puntas, encajes y adornos para su fabricación por nuestra parte.

-Cirios o velas.

-Lienzos de altar: manteles, frontales, purificadores, corporales, manutergios, velos para el cáliz, bolsa de los corporales.

-Tela, hilo y botones negros para la confección de sotanas para sacerdotes, seminaristas y acólitos.

-Tela e hilo blanco para la confección de roquetes y amitos.

-Vasos sagrados.*

-Una custodia para exponer el Santísimo Sacramento.*

-Candelabros.*

-Misal Romano. Edición 1962.

-Misal latín-español para los fieles.

-Literatura en defensa de la Misa Tradicional.

-Literatura Católica: Vidas de santos.

-Rosarios, Escapularios, Crucifijos de San Benito, medallas de la Sma. Trinidad, del Sagrado Corazón de Jesús, Ntra. sra. de Fátima, , san José, y san Miguel Arcángel o los santos Ángeles Custodios.

-Novenas Sma. Trinidad, del Sagrado Corazón de Jesús, Ntra. sra. de Fátima, , san José,  san Miguel Arcángel o los santos Ángeles Custodios, y Animas del Purgatorio.

-Catecismos de San Pío X.

-Estampas religiosas. (de todos los tamaños) De Primera Comunión.

                                

*Estos solo pueden ser enviados por medio de una Agencia que ofrezca seguridad.

Donde están la caridad y el

amor. Ahí está Dios.

 

“Quién busca al Señor en su templo no ha preocuparse tan solo de hablarle de sí mismo y de sus problemas. Deberá comenzar a interesarse por las preocupaciones del Señor.” dice Santa Teresa Benedicta de la Cruz. Y la gran preocupación de Dios, ya sabemos cual es: que todos los hombres le conozcan, correspondan a su Amor y se salven. Luego este también ha de ser nuestro desasosiego.

 

¿Cuánto debo dar a la obra misionera y apostólica de Una Voce Cuba?

 

-Si no doy a la obra de Una Voce este año, prácticamente contribuyo a que termine.

-Si doy menos que antes, favorezco una disminución del apostolado en proporción a mi contribución reducida.

-Si doy la misma cantidad que antes, favorezco mantener el territorio que se ha conquistado para Cristo, mediante la celebración de la Santa Misa Tradicional en Cuba, pero impido avanzar.

-Si incremento mi ofrenda misionera mas allá de años pasados, ¡entonces estoy a favor de avanzar y propagar más la verdad católica.

 

 

 

Por medio de esta Web Jesús y María estarán siendo conocidos, escuchados y amados. Su mensaje se propaga y la respuesta no se ha de hacer esperar en un mejoramiento de las costumbres, enmienda de la vida y vivencia de la fe católica. El modesto servicio que Una Voce presta mediante el mantenimiento de este sitio, en el ciber espacio nos ayudará a convertirnos  en  privilegiados colaboradores de la verdad para combatir los nobles combates de la fe, con las armas de la oración y la penitencia, el sacrificio y el sufrimiento, la terrible lepra del pecado que corrompe a la humanidad, así como para anunciar  que únicamente donde se ve a Dios, comienza realmente la vida. Que sólo cuando encontramos en Cristo al Dios vivo, conocemos lo que es la vida. Junto que no hay  nada más hermoso que haber sido alcanzados, sorprendidos, por el Evangelio, por Cristo. Nada más bello que conocerle y comunicar a los otros la amistad con él…

Los primeros libros han llegado y comenzarán a llegar a varios hogares y serán  muchos los que se beneficiarán con su lectura, inspirándoles nobles deseos y animándoles en la práctica del bien. No todos quieren o no pueden oír la divina palabra, pero todos pueden leer u oír leer un buen texto. No todos pueden o quieren asistir a la Iglesia para escuchar la voz de Dios, pero e aquí que el libro acudirá a sus casas y hablará en su nombre. El predicador no siempre podrá estar predicando, pero la revista o el libro siempre estará diciendo lo mismo, nunca se cansará, siempre estará dispuesta a repetir y recordar lo dicho.  y aunque se lea poco, la dejen una y mil veces, no se ofenderá por ello , mientras aguardara ser utilizada nuevamente, siempre  acomodada al lector para volverle hablar de Dios, de los santos y los ángeles en fin de toda virtud.

Jesucristo esta siendo conocido y escuchado. Su mensaje se propaga y la respuesta no se ha de hacer esperar en un mejoramiento de las costumbres, enmienda de la vida y vivencia de la fe católica.  María Sma. nos ayude  a convertirnos  en  privilegiados colaboradores de la verdad para combatir los nobles combates de la fe, con las armas de la oración y la penitencia, el sacrificio y el sufrimiento, la terrible lepra del pecado que corrompe a la humanidad.

Envíe un libro a Cuba.

 

  ¿Cómo? Por correo postal ordinario

¿Cuándo? Ahora mismo.

Una Voce Cuba se encargara de lo demás.

¿Cuanto cuesta un buen ejemplar? 5, 15, acaso 30 dólares

¿Cuánto cuesta un alma? Un buen libro la puede ganar para Dios.

Y usted por medio de esta obra podría ser el artífice de tamaña maravilla, y quien ayuda a salvar un alma salva la suya, nos recordara el apóstol San Pablo.

En Cuba no hay librerías católicas, no existen medios para adquirir buenos libros religiosos, Tu en cambio puedes hacer posible que esto cambie favoreciendo la instrucción y formación de muchos.

El Apostolado del libro, el apostolado de la Buena Prensa Católica bien vale la pena.

Que el envío a Cuba de un libro, de una revista católica sea además el fruto de un sacrificio de una privación ofrecida al Señor por la conversión de los pecadores.

 ¿Qué libros o revistas enviar a Cuba?

"Yo fui masón" Confesiones de un antiguo masón de Maurice Caillet en www.libroslibres.com ,

Camino  de San Josemaría Escrivá.

Ángeles y demonios del P Gabriel Amorth

Vida de Cristo de Romano Guardini.

Fátima de Baltras.

El espíritu de la Liturgia del Cardenal Joseph Ratzinger

Ejercicios de Perfección y Virtudes cristianas de San Alonso Rodríguez.

Imitación de Cristo del Beato Tomas Kempis.

Visitas al Santísimo de San Alfonso María de Ligorio.

La Reforma de Benedicto XVI de Nincola Bux.

La Reforma Romana de Mons. Klaus Lamber.

Dominus Est de Mons. Athanasius Schneider.

Comunión en la mano de Mons. Juan Rodolfo Laise.

Iota Unum de Romano Amerio. 

Jesucristo Vida del Alma de San Columbia Marmión.

Informe sobre la fe del Cardenal Ratzinger

Para salvarte. P. Jorge Loring.

 

Summorum Pontificum ¿Un problema o una riqueza?

P. Manuel María de Jesús

Una útil guía para entender el motu proprio del Papa.

Para adquirir ejemplares, diríjase a la Fraternidad de Santa María Reina

 

-Suscripciones de benefactor a periódicos o revistas católicas para enviar a Cuba.

 En todos los casos usted debe suscribirse a su nombre y pedir sea enviada a

su hogar y de allí usted puede enviarla a nuestra dirección postal.

 

L’osservatore Romano. Edición en Lengua Española.

Revista San Miguel.editorial@periodicosanmiguel.org

Ave Maria. avemaria@misionerosdecristorey.org

Alba. suscripciones@semanarioalba.com

 

 

 

 

 

 

-CD de Música: Cantos gregorianos o tradicionales piadosos tales como:

CD Cantos Eucarísticos. Cantemos al amor de los amores, De rodillas y otros cantos populares y polifónicos.

CD Panis Vivus por la Escolanía  del Valle de los Caídos.

19 cantos Eucarísticos y al Sagrado Corazón de Jesús de Luis Iruarrizaga.

CD Salve Madre. Los cantos marianos más populares y polifónicos.

 CD Canto Gregoriano. Cantos a santa María, por la Scola u Coro de Santa Cruz del Valle de los Caídos.

CD Villancicos  tradicionales por la Escolanía  del Valle de los Caídos.

CD Villancicos  populares por la Escolanía  del Valle de los Caídos.

DVD de interés formativos para nuestras catequesis con niños y adultos:

Por ejemplo:

DVD La Biblia/13 Personajes y episodios en dibujos animados.

DVD España tierra de Maria.

DVD Apariciones Marianas del Siglo XX

DVD: Vidas de Santos

 

En fin... déle riendas sueltas a su creatividad y generosidad. !Acumulemos tesoros en el cielo!

¡Dios se lo pague!

Gracias a usted nuestra obra puede continuar adelante.

                           Nota:

Los paquete de envíos, con material religioso a favor de

Una Voce Cuba, para su entrada al país no deben

exceder los 5 kg. por caja.

Haber sido certificados.

Llevar consigo la declaración de Aduana CN-22.

Ser enviados y remitidos a título personal.

Todos deben de ser dirigidos a:

 

Javier Luis Candelario Diéguez.

Capricho, 7902 entre Contreras y Gumá.

40100 Matanzas

-Cuba-

 

Comuníquenos, por favor,  por vía e mail:

- fecha de envío,

-cantidad de envíos realizados

- información del contenido del envío

-número del recibo de envío.

-nombre y dirección del donante.

 

Pedimos, disculpas por la solicitud de tantos requisitos, pero estos permiten la entrada al país, y evitan robos o pérdidas, que a nadie agradarían o beneficiarían. Gracias por su comprensión.

En estos momentos en mayor apostolado de Una Voce Cuba
está en la evangelización por medio de la Internet.

 

Sin su aporte generoso e imprescindible , sin su colaboración y sin su oración esta apostolado  cibernauta de información y formación tradicional , no podrá continuar desarrollándose en Cuba y desde Cuba. ¿Eres consiente de ello? De inicio mantener ésta pagina Web acarrea mínimo 50  dólares mensuales.  Nos toca pagar el servicio de conexión y el costo de la misma en la red, al técnico, a los dos colaboradores que emplean mas de 8 horas diarias en contestar los e mail y atender  los pedidos de los visitantes  tanto en español como en ingles, la elaboración de nuevo material  para la información y prestar un servicio de optima calidad ect… Ayúdanos por favor a continuar adelante con ella.

 

 

“De la falta de generosidad a la tibieza no hay más que un paso.”

 

“Cuanto más generoso seas, por Dios, serás más feliz.”

 

(San Josemaría Escrivá de Balaguer.)

 

Todavía queda mucha gente buena por ahí… La Familia “Rica”

Nunca olvidaré la Pascua de Resurrección de 1946. Vivíamos con nuestra madre;  Ocy, mi hermana menor, tenía 12 años, Darlene, mi hermana mayor, dieciséis y yo tenía trece años. Las cuatro sabíamos lo que era vivir sin muchas cosas. Mi padre había muerto hacía cinco años, dejando a mi madre con siete hijos y sin dinero. Para 1946, mis hermanas mayores ya estaban casadas y mis hermanos ya se habían ido de casa. Un mes antes de la Pascua, el párroco anunció que se haría una ofrenda especial en el Domingo de Resurrección para ayudar a una familia pobre. Pidió a todos que ahorráramos y donáramos, haciendo sacrificios.

Cuando llegamos a casa, hablamos de lo que podíamos hacer; decidimos comprar 50 libras de papas y vivir de ellas por un mes. Esto nos permitiría ahorrar $20 en nuestras compras de comida para poder ofrecerlo en la ofrenda. Si manteníamos las luces apagadas lo más frecuentemente posible y no escuchábamos la radio, ahorraríamos dinero en la electricidad. Darlene buscó trabajo limpiando casas y jardines y también cuidábamos niños para todas las personas que pudiéramos. Por 15 centavos podíamos comprar suficientes rollos de algodón para hacer tres agarraderas de ollas y venderlas por $1.

Hicimos $20 en agarraderas de ollas. Ese mes fue uno de los mejores tiempos de nuestras vidas. Todos los días contábamos el dinero para saber cuánto teníamos, por la noche compartíamos a la luz de una vela cómo esta familia pobre iba a gozar del dinero que le daríamos todos en la Iglesia.

Había unas 80 personas en la Iglesia y pensamos que la ofrenda sería buena. Después de todo, cada domingo, el párroco nos recordaba que ahorráramos para el “donativo sacrificial ”.

El día antes de Pascua, Ocy y yo caminamos al mercado para que nos cambiaran todas nuestras monedas por tres billetes de $20 y un billete de $10. Corrimos a casa; para mostrarle a mamá y a Darlene. ¡Nunca habíamos visto tanto dinero! Esa noche estábamos tan contentos, que casi no pudimos dormir. No nos importaba que careciéramos de ropa nueva para el domingo de Pascua, teníamos $70 dólares para el donativo. Nos consumía la impaciencia  por llegar a la Iglesia.

El domingo por la mañana, llovía mucho, no teníamos paraguas y la Iglesia estaba a más de una milla de nuestra casa. No nos molestó mojarnos. Darlene tenía unos pedazos de cartón en sus zapatos para cubrir sus agujeros, pero estos se despedazaron  y se mojó los pies. Con mucho orgullo, nos sentamos en la Iglesia; escuchamos unos muchachos murmurando que nosotras vestíamos ropa vieja; yo les vi con su ropa nueva pero me sentí rica. Teníamos $70 para la familia pobre.

Cuando la “donación sacrificial” fue colectada, nosotras estábamos sentadas en la segunda fila del frente. Mamá puso el billete de $10 y cada una de nosotras pusimos un billete de $20. Todo el camino de regreso de la Iglesia íbamos cantando. Para el almuerzo, mamá tenía una sorpresa, había comprado una docena de huevos para hervir y comerlos con nuestras papas fritas.

Esa tarde, de sorpresa, el párroco pasó por casa y mamá habló con él en la puerta. Ella entró con un sobre en la mano, le preguntamos qué era, pero no nos respondió, su rostro estaba pálido y nos pareció que era una mala noticia. Al abrir el sobre, vimos los tres billetes de $20, uno de $10 y diecisiete billetes de $1. Mi madre puso el dinero otra vez en el sobre. No hablamos, simplemente nos sentamos y quedamos mirando al piso. Habíamos pasado de sentirnos como millonarios a sentirnos miserables.

Como muchachos, tuvimos una vida tan feliz que sentíamos tristeza por aquellos que no tenían una mamá y un papá como los nuestros y una casa llena de hermanos y hermanas y otros niños que nos visitaban. Nos parecía divertido compartir los cubiertos y ver si nos tocaba la cuchara o el tenedor en esa noche, teníamos dos cuchillos para todos. Sabíamos que no poseíamos muchas cosas que otras personas tenían, pero nunca pensé que éramos pobres hasta que llegó aquel domingo de Pascua.

Nuestro párroco nos había traído el dinero para la “familia pobre”. Así supimos que nosotros éramos “pobres”. No me gustaba ser pobre. Miraba mi vestido y mis zapatos gastados y sentía vergüenza. Ni siquiera quería regresar a la Iglesia. Ya todo el mundo sabía que éramos pobres. Pensé en la escuela. Estaba en noveno grado y era la mejor estudiante de mi clase, entre más de cien estudiantes. Me preguntaba si los muchachos en la escuela sabían que éramos pobres. Toda esa semana, fuimos al colegio, regresábamos a casa y casi no hablábamos. Finalmente el sábado, mamá nos preguntó qué queríamos hacer con el dinero. ¿Qué hacía la gente pobre con el dinero? No sabíamos. Nunca supimos que éramos pobres. No queríamos ir a la Iglesia el domingo, pero mamá nos dijo que teníamos que ir. Aunque era un día soleado, nadie habló y mamá comenzó a cantar, pero nosotras no.

En la Iglesia un misionero de visita habló sobre cómo su feligresía en África hacía edificios de ladrillos de barro, pero necesitaba dinero para los techos; explicó que con $100 dólares podían hacer un techo. El párroco dijo, - ¿acaso no nos podemos sacrificar todos para ayudar a esta pobre gente?- Nos miramos y por primera vez en una semana nos sonreímos. Mamá sacó el sobre de su cartera, lo pasó a Darlene, que me lo pasó a mí y yo se lo di a Ocy para que lo pusiera en la ofrenda.

Cuando contaron la ofrenda, el párroco anunció que había sido un poco más de $100 dólares. El misionero se puso contento, porque no esperaba un donativo tan grande de nuestra pequeña iglesia (En aquel tiempo eso era mucho dinero). Dijo el misionero, -seguramente tienen una familia rica en esta iglesia-. De pronto nos percatamos. Nuestra familia había contribuido $87 de ese dinero. Nosotros éramos la “familia rica” de la Iglesia.  ¡Es verdad, éramos la familia rica! Desde ese día, nunca más nos sentimos pobres.

EL DINERO ES PRECIOSO, SI SE DIFUNDE.
El dinero es vil, pero se hace valioso por la fe; es vil cuando se esconde, precioso cuando se difunde, pues está escrito:
“Esparció, dió a los pobres, su justicia permanece eternamente”

(Sal 106, 9) (S. Ambrosio, Sal 37, n. 24)

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« Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes

hermanos, conmigo lo hicisteis » (MT 25, 40).

+ Ad Maiorem Dei Gloriam +

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